martes, 27 de mayo de 2014

Puente en Ordesa. Painting forest in autumn. Painting trees in watercolor. 286


                                         Decimoséptima clase. 
                                         Tercer curso.         
                                          Puente de Ordesa



          Nuestra acuarela de hoy va a trabajar con los colores del otoño. 
He aquí una imagen de uno de los puentes en el marco incomparable del Valle de Ordesa, en el pirineo de Huesca. 


Puente en Ordesa. 

            1. Dibujamos la silueta del puente

            Basta situar la línea del pretil del puente a la altura que nos parezca conveniente y dibujar su arco. Algunas piedras a la derecha, aunque no las vemos bien en la foto... y poco más. No conviene remarcar las líneas de árboles pues después se verían a través de la acuarela. 
            No dibujamos las barandillas de hierro. Éstas las pintaremos al final.


Imagen 1. Hilario de las Moras. 


          2Manchamos el fondo

          Lo que se ve al fondo es una de las paredes montañosa entre las que discurre el ría Ara. Se ven algunos árboles. Como están muy lejos, no los pintamos. He hecho una mancha con azul ultramar y carmín de alizarina para conseguir el violeta suave que uno en húmedo con otra mancha de verde vejiga y otras de siena natural con naranja.
          Cuando pintamos puentes no debemos olvidar pintar por debajo del puente al tiempo que lo hacemos por arriba, para que los colores coincidan. 


Imagen 2. Hilario de las Moras. 

          3. Trabajamos los árboles de la izquierda
          En esa zona del bosque hay una explosión de color otoñal. Los naranjas amarillentos se juntan con otros tonos más rojos salpicados de verdes unos más claros y otros más intensos.

Imagen 3. Hilario de las Moras. 

          4Iniciamos las rocas
          Llegados a este punto,aunque lo más lógico es trabajar los árboles de la derecha, he iniciado el pintado de las rocas. Para los que tengan poca práctica en ésto de las piedras, os aconsejo que echéis un vistazo a la lección "Rocas en acuarela", del 6 de diciembre del 2012, en este mismo blog. Allí encontraréis consejos y trucos para hacer piedras.
  

Imagen 4.  Hilario de las Moras. 

          5. Yoy construyendo el puente

          Con algo de siena natural para las zonas de luz y violeta (azul ultramar y carmín de alizarina) para las de sombra. Nótese el efecto que hace la sombra del arco del puente, dejando entrever las hojas amarillentas de los árboles que están a plena luz. 
          Cuando hagamos un puente es conveniente dejar una línea blanca o clara en la parte superior, siempre que haya sobre ella incidencia de luz.
          Con un pincel plano con cerdas de plástico, humedecido en agua limpia e inmediatamente secado con un papel de cocina, he pasado varias veces por la zona del bosque tras el puente y he retirado algunas tiras de pintura, simulando abedules. 
          También he dejado terminadas las rocas que están al fondo. 


Imagen 5. Hilario de las Moras. 

          6. Sacamos los árboles de la izquierda

          Por el mismo método que ya explicamos más arriba, sacamos pintura para hacer los troncos de los abedules que están delante del puente. Pintamos los arbustos que están junto a ellos, con verde vejiga al que añadimos en unos casos azul ultramar y en otros amarillo limón
          Terminamos las rocas que están delante. Los colores utilizados han sido azul ultramar y gris payne


Imagen 6. Hilario de las Moras. 

          7Árboles y rocas.

          Manchamos con colores cálidos y verdes la parta superior derecha. Naranja, siena natural y verdes mezclados con azul ultramar
Las rocas de la derecha, como no las veo bien en la foto, me las he inventado. El tratamiento es similar al de las otras rocas. Partiendo de una mancha primera en la que hemos dejado caer algunas gotas de colores más oscuros, una vez secas le añado algunos rasgos distintivos cuidando las zonas de luz y las de sombra. 
          He tocado algo el puente.   


Imagen 7. Hilario de las Moras. 

          8Manchamos el agua

          Vamos a ir manchando el agua. Otras veces he comentado que el agua del mar, de un río tranquilo... refleja como un espejo. Aquí el reflejo será de colores. 
          He manchado con agua limpia la zona del río. Sobre ella he añadido los mezclas de color que son reflejadas y he dejado que se mezclen de forma que no haya recortes entre sus manchas. Cuando está casi seco, he pasado con un pincel amplio plano de arriba hacia abajo. Lo dejo secar. 
          He mantenido limpio de color los puntos de contacto del agua con las rocas. 

Imagen 8. Hilario de las Moras. 

          9. Me dejo llevar por la acuarela

          Cuando pintamos tenemos más o menos un itinerario establecido, pero casi nunca se cumple. Al dejar momentaneamente el trabajo piensas seguir con otra zona... pero al iniciar la tarea te dejas llevar por la pintura y vas haciendo, descomponiendo, terminando, recortando... Eso es lo que a mi me pasa. Aunque mi intención era terminar el agua, he dejado esto para el final y me he puesto a definir más el bosquecillo de arriba, matojos al inicio del puente, ramas y arbustos entre las rocas. 


Imagen 10. Hilario de las Moras. 

          10. Voy dejando terminados los árboles y arbustos

          Me apetece terminar los arbustos inventados a la derecha, y los troncos de los árboles de la izquierda. Esta vez me he pasado con las imágenes, pero creo que para uno que se inicia le vienen de maravilla pues va viendo el proceso. También me doy cuenta de que me está quedando una acuarela demasiado colorista, acaramelada. Pero ésto es así, solo si controlas mucho sabes cuál es el resultado. Menos mal que hay gustos para todo.


Imagen 11. Hilario de las Moras. 

          11Retiramos pintura de la superficie del agua.

          Con un pincel plano, de cerda sintética, retiro pintura en algunos puntos del agua. El sistema es el mismo que hemos utilizado al hacer los árboles hace un momento. Estas líneas serán más amplias en el primer término. Según nos alejamos serán más estrechas. No hay que hacer demasiadas. Al tiempo, en algunos lugares de la superficie añadiremos algunas líneas del color de base.


Puente en Ordesa dos. 286. Hilario de las Moras. Acuarela. 52 x 38

viernes, 23 de mayo de 2014

Calle en Capileira. Pintando calles. Painting street in watercolor. 282


           Decimosexta clase. Tercer curso.            Calle en Capileira


          No es la primera vez que pintamos alguna estampa de las calles de este pueblecito de la Alpujarra Granadina, Capileira. 
            Hoy nos fijamos en esta calle de casas encaladas, blancas, cocinadas por el sol y salpicadas de motitas de colores que salen de sus macetas. 
       Buen ejercicio para los que deseamos mejorar nuestras acuarelas urbanas. Hay un quehacer de perspectiva... buscar el punto de fuga, ordenar las líneas que en la pared son paralelas pero que cuando las miramos desde un punto cualquiera de la calle parece que se fugan hacia un punto perdido del horizonte.

Calle en Capileira. .282.  Hilario de las Moras. Acuarela. 52 x 38 


              1. Nos detenemos en estudiar la perspectiva

            Si nuestra calle estuviera sobre una tabla bien asentada y horizontal, plantada en una gran mesa, la línea del horizonte la veríamos detrás de las casa del fondo, a una altura del suelo tan alta como la distancia del suelo a nuestros ojos. En nuestra calle, como no es un plano horizontal a esa mesa, sino que se desliza hacia abajo... nuestros ojos en el horizonte correspondería más o menos con una línea horizontal muy cercano a la parte baja de la ventana de la casa de enfrente. Ya sé que estos conceptos teóricos no son fáciles de explicar, pero lo intentaré. 

          Si deseamos ver dónde está el punto de fuga, a partir de la foto de una calle, basta ir haciendo líneas desde los aleros de las casas y desde la fila de balcones o ventanas. Veremos que se unen todas esas líneas en un punto. Ese es el "punto de fuga", que es un punto de la llamada "línea del horizonte". Aquí vemos las líneas de fuga de la pared derecha de esta calle. 


Imagen 2. Punto de fuga sobre línea de horizonte. Hilario de las Moras. 

          Vamos a hacer lo mismo con las líneas de la pared izquierda. También encontramos un punto de fuga, que pertenece a la línea del horizonte.



Imagen 3. Punto de fuga sobre línea del horizonte. Hilario de las Moras. 

         Si unimos las dos fotos en una veremos que hay dos puntos de fuga distintos. Habría uno solamente si las dos paredes laterales fueran planos paralelos, pero no es así casi nunca, pues las calles se van ensanchando o estrechando.



Imagen 4. Dos puntos de fuga sobre línea del horizonte. Hilario de las Moras. 

           Mi intención ha sido buena, he intentado aclarar un poco este asunto. No sé si he logrado explicarme. 
           Aplicamos ahora ésto al dibujo de la calle de Capileira. Hay que tener en cuenta que esta calle también tenía dos puntos de fuga, uno por cada pared, pero para facilitar el trabajo, hemos dejado solamente uno. 



Imagen 5. Punto de fuga. Hilario de las Moras. 
             
           2Manchamos el cielo y el paisaje del fondo.


          Como en otras ocasiones, terminado el dibujo, nos ponemos a la tarea. Vamos a trabajar el cielo. Es fácil. Lo voy a hacer trabajando húmedo sobre húmedo. Esta vez no le daré importancia, pues es una parte pequeña de la acuarela. Mancho de azul. Cuando aún no ha secado continúo con la montaña con mezcla de verde vejiga con siena natural y siena tostado, dejando que los colores se mezclen y con la posición del papel algo vertical para que la humedad del monte no se suba a los cielos. Procuro que las chimeneas no se manchen de color para que contrasten con el fondo. 



Imagen 6. Hilario de las Moras. 
             
              
          3. Escogemos el color  de  las paredes blancas.


         Quizá os parezca curioso lo que digo, pero es importante. Si nos fijamos en acuarelas u óleos referidos a la casa rural blanca, tan abundante en el entorno del Mediterráneo, ya sea Grecia, Italia, Andalucía, países del norte de África... veremos distintas formas de tratar esos blancos. Normalmente la zona de luz, sobre todo en acuarela, se deja sin pintar, es decir, respetamos el blanco del papel. Pero para la parte sombreada de las casas blancas se utilizan colores más o menos fríos partiendo del azul (y aquí puedes usar cualquiera de ellos... pero de su elección depende el resultado final) o añadiendo algún color más caliente, como un siena... hasta el alizarina, que nos dará unos violetas. 



Imagen 7. Hilario de las Moras. 

            Para la fachada que queda a la sombra he mezclado el azul ultramar con algo de siena, tanto natural como tostado, según el lugar.
         
            4Fachadas que dan al sol, pero en parte están sombreadas.


           Esta fachada de la derecha la he trabajado con azul ultramar también, aunque no me agrada del todo, pero ya tiene poco remedio. Creo que el problema es el contraste con los verdes de la montaña de enfrente. He pintado la zona de sombra con el azul y respetado las zonas de luz. 


Imagen 8. Hilario de las Moras.

             5. Continuamos con los huecos de ventanas y puertas.
           Aumentamos el contraste, pintando los huecos de ventanas, sombras, zácalos... Creo que no sigo una lógica previamente establecida, sino que me dejo llevar por lo que se me ocurre. 
           He rectificado el alero de la casa de la derecha. 



Imagen 9. Hilario de las Moras.

           6El suelo y las sombras arrojadas de las casas. 

         Para el suelo, un gris formado como otras veces con azul ultramar y siena tostada. En la zona de sombra hay más azul que siena, incluso he añadido algo de carmín de alizarina. Las líneas del suelo son las que nos dicen cómo es. En este caso hay una bajada, sin aceras laterales, por donde discurren las aguas de lluvia. 


Imagen 10. Hilario de las Moras.
  
          7. Vamos terminando, acentuando algunos detalles.

         En el suelo, primer término, añado algunos detalles. Termino las macetas y las rejas de ventanas y balcones. 
             Creo que no debo tocarlo más. Firmo. 

Calle en Capileira. 282. Hilario de las Moras. Acuarela. 52 x 38 

        No quedo muy contento con el resultado final... pero así es el trabajo, unas veces te quedas más satisfecho y otras menos. Como os decía antes, me ha fallado algo la elección de colores. Otra vez será.