martes, 14 de abril de 2020

Limones de Córdoba. 455. CLASE 2. CURSO 8º

                 Segunda clase. Octavo curso
                 Limones de Córdoba
                  Nivel iniciación 

           Paseando por los patios de Córdoba, me encontré lo que parecía un bodegón para cualquier pintor, un cuenco -un lebrillo- que esparramaba un montón de limones, unos amarillos y otros con pinta de mandarina. Tiré una foto, por si acaso se me ocurría pintarlos algún día. 

Limones de Córdoba. 455. Acuarela. 27 x 37. Hilario de las Moras Ruiz

          1. Dibujamos
          Naturalmente, lo mejor es hacer un dibujo previo, sobre todo del recipiente, los frutos y la mesa.

Foto: Hilario de las Moras

          2. Manchamos el fondo e iniciamos la pintura del lebrillo
          
          Nota importante: Aunque yo en mi relato hablo de ciertos colores, con sus nombres técnicos, cada cual debe utilizar lo  que tiene a mano. 

          He manchado todo el fondo, aunque en la imagen 2 no se aprecia, con una mezcla de alizarina y azul. Ha quedado un color muy pálido. Y con siena tostada he pintado el fondo del lebrillo. Eperando un poco, pues todo está muy húmedo, he continuado insistiendo en el borde.

Imagen 2. Hilario de las Moras
         
          3. Seguimos trabajando en húmedo el recipiente
          Seguimos en húmedo sobre húmedo. Aquí usamos toda una gama de colores, desde el naranja de cadmio, al siena natural, el siena tostado e incluso algo de azul que con los sienas van sacando un color verdoso
 
Imagen 3. Hilario de las Moras

           Uso indistintamente pinceles planos y redondos, dependiendo de la superficie a cubrir. De hecho se podría utilizar un solo pincel para toda la acuarela. Cada pintor se habitúa a unos cuantos y los usa como bien le parece en cada caso.


          4. Los limones
         Ahora nos toca los limones. Un amarillo limón nos viene bien para la primera pasada. Mientras va secando y perdiendo su resplandor característico la cazuela, voy pintando los limones.

Imagen 4. Hilario de las Moras

          5. Cazuela y limones.
          Continúo pintando las zonas sombreadas de los frutos. La luz nos viene de la zona izquierda-arriba. Y cuando seca el lebrillo le sigo dando matices en las zonas más oscuras, de forma que contraste con la parte iluminada de los frutos. 
        
Imagen 5. Hilario de las Moras
          Los limones los he sombreado con siena natural y con amarillo de cadmio. Los más anaranjados, con naranja de cadmio.
            
          A la cazuela, aún un poco húmeda, le he añadido unas pinceladas con siena tostada y algo de azul.
         

          6. Fondo del lebrillo y mesita
          He intensificado los tonos naranjas y he añadido un poco de rojo de cadmio para la sombras de esos limones que más se parecen a pequeñas naranjas. Incluso un pequeño toque de alizarina, que refuerza esa sombra. 
                  
Imagen 6. Hilario de las Moras

          El fondo del lebrillo lo he iluminado con unas pinceladas de verde esmeralda con azul ultramar, simulando hojas. 
          La mesita, una superficie como de celosía de madera, con siena tostado y azules para los tonos más oscuros.


          7. Últimos toques
          Una planta completa la escena por la parte izquierda, en verdes
          El fondo lo he revestido con una patina de azul cerúleo y cobalto, para que haga juego con los dos colores dominantes de la escena amarillo y rojo, intentando encontrar entre ellos una mayor armonía de color. 

Limones de Córdoba. Acuarela. 27 x 37. Hilario de las Moras Ruiz
          Unas pinceladas sueltas sobre los limones son mis últimos toques con una mezcla de siena natural y tostado.  
          Doy por terminada esta acuarela, la primera que realizo en estos días de confinamiento por la pandemia del coronavirus.




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