lunes, 29 de febrero de 2016

Bodegón con frutas y cebollas.

https://youtu.be/DVfXeoe95UI

                Decimotercera clase. Quinto curso.
                Bodegón con frutas y cebollas. 
                Nivel iniciación.                        
                           
                 Iniciamos nuestro trabajo colocando algunas frutas sobre un lebrillo de barro y unas botellas con vino. Unas cebollas completan el bodegón. Bodegón sencillo que nos puede servir como iniciación a la pintura de frutas y de cristales. Añadimos un foco para crear las sombras necesarias. 





Bodegón con frutas y cebollas. 377. Acuarela. 52 x 38. Hilario de las Moras. 

          1. Dibujamos a lápiz.   

          Nos ponemos en marcha con un dibujo, intentando que las figuras nos llenen el papel. En mi caso he tenido que separar un poco la frasca pues me quedaba un poco descompensado el conjunto. 


Imagen 1. Hilario de las Moras. 

          2. Pintamos el fondo.

          Pintamos un fondo con coloraciones sienas, amarillos, algún naranja y siena tostado. Insinuamos una línea final de mesa. Coloreamos lo que será el fondo del lebrillo, cazuela de barro cocido. 
          Como puede apreciarse, se pintan del mismo color del fondo las zonas que quedarán transparentes de las botellas. 


Imagen 2. Hilario de las Moras. 


          3. Voy a quitar los blancos del papel e inicio los cristales.  

          Con un gris suave, con azul ultramar y siena tostado, voy matizando algunos rebordes de las botellas y vaso, dejando las zonas transparentes y aquellas que serán reflejos blancos. 
          Mancho las frutas y cellollas con un color base más bien para quitarme el reflejo del blanco del papel. 


Imagen 3. Hilario de las Moras. 

          4Intensificamos los colores del vino.  

          Con rojo de cadmio o/y alizarina mezclados con azul ultramar consigo unos rojos que añado a los vinos. También he intensificado algunos grises aquí y allá, en los cristales. 


Imagen 4. Hilario de las Moras. 

         5. Dejamos prácticamente terminados los cristales.  

          Utilizando los mismos colores, es decir, gris formado por azul ultramar y siena tostado, en distintas proporciones según interese, termino de contrastar los cristales de las botellas. Les añado el rojo del vino. Para el rosado, rojo de cadmio. Para el tinto, carmín de alizarina con azul ultramar consiguiendo esas tonalidades violáceas. 
           He retocado y casi terminado la manzana y he rectificado la altura de la perola de barro. 


Imagen 5. Hilario de las Moras. 

         6. Comenzamos el trabajo con las frutas.  

         Rectifico la altura de la cazuela de barro, le doy más contraste, intentando no perder las zonas de luz. Con azul ultramar, siena tostado y en las zonas más oscuras, un poco de carmín de alizarina.
         Seguidamente las frutas. Las naranjas con naranja de cadmio. En las zonas de sombra he añadido algo de alizarina

Imagen 6. Hilario de las Moras. 

         Para los membrillos, partiendo de un amarillo de cadmio y siena natural para la zona de luz. Las partes más oscuras añadiendo siena tostado. Las cebollas resultan un poco más complicadas. la primera base la he dado con naranja de cadmio, y sienas, tanto natural como tostado. Incluso algo de azul en las zonas más oscuras. 


          7. Terminamos las frutas.  

          Cada fruta tiene unas características especiales por las que las distinguimos de otras parecidas. No solamente el color, sino detalles como el rabito, piel más o menos arrugada, etc. 



Imagen 7. Hilario de las Moras. 

         Para los colores de las frutas, hay que tener cierta paciencia. No se trata de colores puros o mezclados éste con éste. Interviene mucho las proporciones del pigmento a mezclar. Se trata de ponernos delante de la fruta para intentar conseguir el color más parecido (cuando hablo del color de un fruto, me estoy refiriendo al que tiene cuando está iluminado, no a la zona de sombra). Hay que tener también la precaución de hacer cantidad suficiente, mejor que sobre, pues repetir el proceso por falta de color puede ser un fracaso. 
         Por eso, no os detallo los pigmentos que he utilizado en cada una de las frutas, pues sería enfarragoso e inútil. 

         8. Retocamos algunos detalles y hacemos las sombras arrojadas.  


         Es el momento de dejar la acuarela y perderla un poco de vista. Cuando volvamos al trabajo, nos percataremos de algunos detalles que desearemos cambiar...
         Si nos fijamos en la imagen anterior, la número 7, veremos que parece que las figuras están flotando. Es verdad. Les falta las sombras. Hay una pegadita al objeto, por debajo que la hará reposar, y otra más alargada y menos profunda que hará que la escena sea más real.


Bodegón con frutas y cebollas. 377. Acuarela. Hilario de las Moras. 


         Para las sombras, conviene hacer una mezcla de color parecido al que tiene la superficie en la que "reposará" la sombra, añadiendo a veces un poco de violeta suave (azul ultramar y carmín de alizarina). 
         He añadido algunos reflejos sobre la mesa y he firmado. 
         Espero os resulte interesante, no digo fácil. El bodegón, copia de la misma realidad nos ayuda a dibujar, dar volúmenes, elaborar colores... todo un reto para el aprendiz. 



TRABAJOS RECIBIDOS

Bodegón. Noblejas. 2016. 

Bodegón. Juanjo. 2016. 


Apunte para un  bodegón. 

          Seguidamente vamos a hacer un apunte, más o menos con los mismos elementos, del bodegón. Se trata por tanto de un trabajo más suelto, más rápido. 
               Aquí no he hecho un trabajo minucioso. Tras el dibujo, en el que introduje incluso el flexo que servía para iluminarlo, pasé un punta fina, como un rotulador de tinta negra, como silueta de cada uno de los objetos. 
               Ni siquiera me he detenido en buscar un color de fondo apropiado. Faltan también las sombras arrojadas. 


Apunte para bodegón con frutas y cebollas. 378. Acuarela. 52 x 38. Hilario de las Moras. 

TRABAJOS RECIBIDOS 
"Apuntes para  un bodegón"
Estas acuarelas son apuntes rápidos del mismo bodegón. Por tanto son trabajos menos elaborados, pero muy interesantes a la hora de ir aprendiendo a pintar la acuarela. 


José Luis. Apunte sobre bodegón. 2016. 

José María. Apunte sobre bodegón. 2016. 

María Jesús Gallego. Apunte sobre bodegón. 2016. 

Maribel Hércules. Apunte sobre bodegón. 2016. 
Michele. Apunte sobre bodegón. 2016. 

Pachi. Apunte sobre bodegón. 2016. 

Pilar Arroyo. Apunte sobre bodegón. 2016. 


jueves, 11 de febrero de 2016

Abedules en Avilés. dos. 374.


                                                                   Duodécima clase. Quinto  curso
          Cómo pintar unos abedules en acuarela.
           Nivel iniciación.

                                  


Abedules en avilés. dos. 374. Acuarela. 27 x 37.
Hilario de las Moras. 

          Este ejercicio de abedules ya lo tenemos por pasos en una lección de hace varios años. 
          Acompañando a mi amigo Juan José en su tercera acuarela me pareció fácil para él el acometer nuevamente este trabajo. Hemos aprovechado para poner en práctica tanto el "húmedo sobre húmedo" como el "húmedo sobre seco". Creo que ha sido una buena experiencia. 
          

          1. Vídeo de la primera parte.   

          Es mi primer vídeo de cómo pintar a la acuarela. Se refiere únicamente a la primera parte, es decir, al fondo. En el punto segundo continuamos el trabajo de los árboles hasta el final. Espero que os sirva. 



          
          2. Quitamos los papeles engomados.   
       
          Así es como nos queda la acuarela. Ahora tenemos que pintar los abedules del primer plano. 

Imagen 1. Hilario de las Moras. 


          3. Los troncos de los árboles y las hojas. 
        
          Para los troncos, manchamos con grises (azul ultramar y siena tostado), violetas (azul ultramar y alizarina), y siena tostado. Los colores más oscuros en la zona de abajo. 
          Para las hojas, he realizado un "caldo" con verde hooker y amarillo limón. Un poco más aguado en los primeros toques. Según van secando añado la misma mezcla pero con menos agua y algo de azul ultramar

Imagen 2. Hilario de las Moras. 

          Sigo trabajando con el pincel redondo. En los troncos puedo utilizar un tamaño más pequeño como podría ser el 12. 

    
          4. Intensificamos la zona de hojas y hacemos las sombras. 
        
          Ahora dejamos secar pues si continúo con las hojas, estando húmeda seguramente se forme una gran mancha de agua y pigmento. 
          Sigo añadiendo más pinceladas sueltas con la misma salsa a la que he añadido algo más de azul ultramar, pues quiero dar sensación de hojas en sombra. Este ejercicio de las hojas no es fácil. No hay que desanimarse. Mejor es poner pocas hojas que muchas. Siempre es mejor quedarse corto que pasarse. 


Abedules en avilés. dos. 374. Acuarela. 27 x 37.
Hilario de las Moras.
          Terminamos la acuarela, con las sombras. Mezclando azul con alizarina, fabricamos un violeta. Dependiendo de las cantidades de uno u otro pigmento te resultará más azulado o rojizo. Hay que elegir. Hay que hacer las sombras con una sola pasada, sin arrastrar los pigmentos que están debajo. 

           Como me gusta el resultado, lo firmo. 

           Espero que la novedad del vídeo os resulte interesante. Ya me contaréis. Un saludo. 




TRABAJOS RECIBIDOS


Juan José Lebrero. 2016. 

   

lunes, 1 de febrero de 2016

Gitanilla. 379. Pelargonium peltatum. Pintando flores. Painting pelargonium


                                 Undécima clase. Quinto  curso
                                 Gitanillas. 379. Pelargonium peltatum
                                  Pintando flores
                                  Nivel iniciación.


          Pintamos unas gitanillas.
          Aquí estamos en pleno invierno, pero un invierno de lo más veraniego. Hasta este pelargonio del jardín conserva algunas de sus flores. Lo vamos a aprovechar para hacer nuestra composición. 
          De la familia de los geranios, ésta es una de las más de sesenta especies del pelargoniun, que proveniente del sur de África, vemos en nuestros patios y jardines.


Gitanillas. 379. Acuarela. 52 x 38. Hilario de las Moras. 

          1. Preparamos el bodegón.

          Una maceta, un foco y detrás un trozo de cartón en el que proyecta su sombra. 


Gitanilla. Foto: Hilario de las Moras.
          
          1. Dibujamos y hacemos una mancha.

          Dibujamos a lápiz y seguidamente nos ponemos a manchar el fondo... y casi sin querer damos unas suaves manchas del verde de las hojas y del carmín de las flores. 


Imagen 1. Hilario de las Moras. 

          2. Decidimos el grado de concreción-realidad y trabajamos las hojas.

          Ahora debemos decidirnos en cuanto al detalle que deseamos para nuestra acuarela. Podemos dejarla casi como estaba... o trabajar mucho más las hojas y las flores. ¿Qué grado de realidad deseamos para nuestra acuarela? ¿Se trata de un trabajo científico sobre la especie en cuestión o más bien de un trabajo artístico en el que es más importante lo bonito que la apariencia de realidad?
          Evidentemente no estoy haciendo un trabajo científico. Por tanto me tomaré toda la libertad para hacer lo que me parezca.


imagen 2. Hilario de las Moras
          Los colores son los verdes transformados con una parte de siena tostado unas veces y con amarillo limón en otras. Las zonas más oscuras añadiendo un poco de azul ultramar

         3. Me dedicaré a el fondo y al soporte de la maceta.
         Noto que le he añadido mucho color a las dos ramas que bajan a la derecha. Humedeciendo con agua limpia y pincel retiro parte del pigmento. Cuando seque seguiré trabajando la zona. 
         Me dedico ahora a el soporte de la maceta. La pondré sobre un poyete de baldosas. Parto de un siena natural. Trabajo en húmedo sobre húmedo, de forma que los colores se vayan mezclando. en la parte delantera meto además siena tostado y algo de azul ultramar. Dejo que ellos se junten. 


Imagen 3. Hilario de las Moras. 

         4. Voy terminando las hojas, la maceta y las sombras.
         Con un pincel redondo del 12, voy acabando las hojas. Trabajo el contorno de algunas de ellas con el mismo verde que he utilizado antes, añadiendo un poco de azul ultramar
          Ahora la maceta, añadiendo más pigmento en las zonas de sombra. Con algo de siena tostado, azul ultramar y un poco de sepia.
          Seguidamente, las flores. Con el mismo carmín de alizarina, un poco más puro y con el mismo pincel retoco alguno de los bordes. En las zonas más intensas, añado una pizca de azul ultramar


Gitanillas. 379. Acuarela. 52 x 38. Hilario de las Moras. 

          Para terminar, doy alguna sombra, con algo de violeta formado por alizarina y azul ultramar, en este caso un poco más del segundo. 
          Y lo firmo. 




TRABAJOS RECIBIDOS

Victoria Noblejas. Maceta. 2016. 
Genoveva Santana. Maceta. 2016.

Pachi. Maceta. 2016. 

Emilia. Maceta. 2016. 

Danielle. Maceta. 2016. 

Francisco Cucharero. Maceta. 2016. 
Camille. Maceta. 2016.